El Código Estructural actualiza la reglamentación vigente relativa a las estructuras de hormigón y a las estructuras de acero de acuerdo a las novedades de carácter técnico y reglamentario en la materia, y deroga la Instrucción de Hormigón Estructural (EHE-08), aprobada por el Real Decreto 1247/2008, de 18 de julio, y la Instrucción de Acero Estructural (EAE), aprobada por el Real Decreto 751/2011, de 27 de mayo.
El nuevo marco reglamentario tiene por objeto definir las exigencias que deben cumplir las estructuras de hormigón, las de acero y las mixtas de hormigón-acero para satisfacer los requisitos de seguridad estructural y seguridad en caso de incendio, además de la protección del medio ambiente y la utilización eficiente de recursos naturales, proporcionando procedimientos que permiten demostrar su cumplimiento con suficientes garantías técnicas.
¿Cómo estaba la reglamentación estructural en España con respecto a la UE?
Todo esto no viene de nuevas, existían muchas razones de índole práctica que apuntan a la conveniencia de converger con Europa también en las reglas del diseño estructural.
Todo proviene de un consenso a nivel internacional un proyecto de más de veinte años de duración y que ha culminó en la versión EN de los Eurocódigos.
Todos aquellos países miembros del CEN (Comité Europeo de Normalización) cuyas normas sean normas EN (normas UNE en España) tuvieron que derogar sus normas nacionales en el año 2010 mientras que en aquellos países en que la normativa no tenga el carácter EN los Eurocódigos serán una alternativa válida a las normas nacionales.
España se encontraba en este segundo grupo, mientras que Inglaterra, Francia, Alemania o Austria se encuentran en el primer grupo, destacando que éste último país adelantará la derogación de sus normas nacionales a 2009.
¿En qué nos beneficiamos de este cambio?
1. Normativa común para toda la UE.
Es indudable que el uso de un sistema de reglas común facilitará la movilidad de personas y empresas en el ámbito europeo e incrementará la influencia de Europa en el ámbito internacional.
2. Menos compleja.
La normativa nacional también puede ser inconsistente y también incluye modelos de cálculo de gran complejidad que no aparecen como tales solamente en la medida en que están asumidos por la comunidad técnica. Esta complejidad va en aumento y basta, como ejemplo, recordar los cambios introducidos en los coeficientes de mayoración y los coeficientes de combinación frente al coeficiente de mayoración único para todas las cargas que se usaba antiguamente.
3. Contínuas revisiones.
La práctica de cambiar en las sucesivas revisiones solo aquellos apartados de las normas en los cuales los comités nacionales vean razones para modificarlos ha llevado a que nuestras normas sean una amalgama de modelos generalmente tomados de distintas fuentes entre ellas el ACI, el código Modelo del 1978 o versiones anteriores ENV de los Eurocódigos, sin una consistencia global.
¿Qué ha relentizado tanto este cambio?
El argumento del coste que supone el cambio es sin duda un argumento de importante, puesto que resulta necesario modificar el software e invertir fuertemente en formación del personal técnico.
Otra razón de la resistencia que genera en España la idea de abandonar la normativa propia es la incertidumbre ante el impacto que tendrá la aplicación de los Eurocódigos en el coste y el diseño de las estructuras
Sin embargo, también se puede argumentar que resulta más caro mantener un sistema de normas paralelas donde todo el sistema debe estar preparado para ser diseñado según cualquiera de los dos sistemas de normas. También se puede argumentar que algunos cambios de la normativa nacional también han generado costes importantes.
En términos de educación, no existe tiempo material para enseñar dos normas paralelas, de tal forma que los jóvenes ingenieros españoles partirán con desventaja respecto de sus competidores europeos.
¿Qué novedades introduce en líneas generales el nuevo Código Estructural?
La norma quedará subdivida en 4 grandes títulos desarrollados en 36 capítulos y sus anejos. los títulos serán:
Bases Generales
Estructuras de hormigón
Estructuras de acero
Estructuras mixtas
Las principales novedades que incorpora el Código Estructural respecto de las anteriores Instrucciones de hormigón y acero, son las siguientes:
Regula nuevos ámbitos que no contemplaba la reglamentación hasta ahora en vigor, tales como:
- La gestión de las estructuras existentes durante su vida útil.
- Los sistemas de protección, reparación y refuerzo de estructuras de hormigón (hasta ahora inexistente).
- Normativa de cálculo para las estructuras realizadas con acero inoxidable (hasta ahora inexistente).
- Las estructuras mixtas de hormigón y acero, que tampoco tenían reglamentación hasta ahora, como podían ser los forjados colaborantes con conectores.
- Recomendaciones de uso para el hormigón proyectado estructural (por ahora inexistente)
- Evalúa la sostenibilidad de las estructuras considerando las características prestacionales, ambientales, sociales y económicas que aportan los agentes que participan en su proyecto y ejecución.
- La principal novedad es que desaparece el concepto de idoneidad técnica al uso de los productos con marcado CE, y se sustituye por la presunción de veracidad de la declaración de prestaciones del producto por parte del fabricante.
El Código Estructural incorpora un modelo voluntario para la propiedad para evaluar la contribución a la sostenibilidad de los diferentes agentes que intervienen en la estructura, como el proyectista, el constructor y los fabricantes de productos, considerando las características prestacionales, ambientales, sociales y económicas.
Los parámetros utilizados en el modelo incluyen las emisiones de gases de efecto invernadero, el reciclado de materiales, el consumo de energía o agua, la utilización de energías renovables, control de emisiones y ruidos, mejora ambiental, etc., valorándose el compromiso de dichos agentes más allá del mínimo exigido por la legislación vigente.
También sustituye las menciones a la Directiva 89/106/CEE del Consejo, de 21 de diciembre de 1988, relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros sobre los productos de construcción, que se contenían en la reglamentación vigente, por las del Reglamento (UE) nº 305/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2011, por el que se establecen condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción y se deroga la Directiva 89/106/CEE del Consejo.
Incorpora los aspectos más relevantes de la normativa europea para el cálculo de las estructuras, de acuerdo a los procedimientos establecidos en los Eurocódigos Estructurales.
Si tuviéramos que ponerle una pega es que llega con 20 años de retraso y los Eurocódigos están en proceso de actualización en breve, pero en líneas generales el hablar un lenguaje común en el ámbito de las estructuras es un gran paso.