La conciencia y preocupación por la naturaleza y el medioambiente están muy presentes en España. Los últimos datos arrojados por el CIS, a ocho de cada 10 españoles les preocupa “mucho” o “bastante” el cambio climático.
La creciente demanda de personas interesadas en cultivar sus propios alimentos y promover la sostenibilidad en nuestras ciudades, los huertos urbanos se han convertido en una de las opciones más solicitadas. Ya son muchas las personas que cuentan con un «espacio verde» en su hogar para cultivar o muchas los agricultores que apuestan por alquilar su terreno para los amantes de la agricultura.
Además de cuidar el medioambiente, tener un huerto urbano aporta muchos beneficios. ¡En el artículo de hoy descubrirás cuáles son!
Sacarle rentabilidad
Uno de los principales beneficios de los huertos urbanos es la rentabilidad que puedes sacarle si decides alquilarlo a terceros para que cultiven sus propias verduras y hortalizas.
El auge por la economía sostenible y el interés por la agricultura ha hecho que más personas se decidan por alquilar un huerto urbano y sacar rentabilidad por ello.
Mantener un huerto puede requerir tiempo, esfuerzo y dinero. Al alquilarlo, puedes compartir los costes con otros cultivadores, lo que te permite reducir tus gastos personales en herramientas y otros recursos necesarios para mantener el terreno.
Además, si tienes parcelas extensas y parte de ellas están inutilizadas y no se cultiva nada, puedes aprovechar para que otros realicen allí sus propias actividades agrícolas.
Construcción de comunidades y educación
Los huertos urbanos pueden ser espacios de encuentro comunitario y educación. Puedes participar en actividades conjuntas de jardinería con vecinos y amigos, lo que promueve la interacción social y fortalece los lazos comunitarios.
La horticultura urbana establece un vínculo entre la ciudad y los niños a través de una actividad natural que es simple, pero tiene grandes beneficios educativos. No solo es una forma divertida de aprender, sino que también ayuda a comprender que los tomates no crecen en bandejas de plástico de seis en seis. Esta actividad no se limita solo a los niños, sino que puede ser realizada por niños junto a sus padres, abuelos o incluso como una iniciativa impulsada por movimientos ciudadanos o la escuela.
En definitiva, la práctica de cultivar alimentos puede ser una experiencia social y colaborativa que promueve la formación de relaciones significativas y duraderas con otros miembros del huerto.
Un futuro más sostenible
Si decides poner en alquiler tu huerto urbano o como si quieres utilizarlo para beneficio propio, reducirás la huella de carbono y fomentarás una agricultura más sostenible. La producción y el transporte de alimentos suelen ser responsables de emisiones significativas de gases de efecto invernadero, lo cual contribuye al cambio climático.
Asimismo, el cultivo local de alimentos tiene el beneficio adicional de disminuir la necesidad de utilizar fertilizantes y pesticidas químicos, lo cual reduce la cantidad de productos químicos liberados al medio ambiente.
Reducir los gastos mensuales de alimentos
Tener un huerto urbano puede resultar en ahorros significativos al comprar frutas y verduras frescas. Un huerto bien cuidado y cultivado adecuadamente puede producir una abundante cantidad de alimentos saludables y deliciosos.
En promedio, se estima que tener un huerto urbano en casa puede generar ahorros de alrededor del 20% en gastos de alimentos. Además de ahorrar dinero, cultivar tus propios alimentos brinda una satisfacción personal al tener un mayor control sobre lo que consumes y cómo se cultiva.
Es importante tener en cuenta que establecer un huerto urbano puede requerir una inversión inicial, ya que se necesitarán adquirir semillas, tierra, herramientas y otros suministros. Sin embargo, una vez que el huerto está establecido y comienza a producir alimentos, los costes generales disminuyen y los ahorros aumentan con el tiempo.
Beneficios para la salud física y mental
Actividad física: El cuidado y mantenimiento de un huerto urbano implican actividades físicas como cavar, plantar, regar y cosechar. Estas tareas proporcionan ejercicio aeróbico y fuerza muscular, lo que ayuda a mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y quemar calorías.
Alimentación saludable: Cultivar tus propios alimentos te brinda acceso a frutas y verduras frescas, orgánicas y sin pesticidas.
Reducción del estrés: Estar en contacto con la naturaleza, la tierra y las plantas ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y promueve una sensación de calma y bienestar mental.
Estimulación cognitiva: La jardinería requiere planificación, organización y toma de decisiones. Cuidar un huerto urbano implica aprender sobre las necesidades específicas de las plantas, el manejo de plagas y enfermedades, y la planificación de cultivos. Esta estimulación cognitiva contribuye al desarrollo de habilidades mentales, mejora la concentración y la memoria.
Como has podido ver, los huertos urbanos ofrecen muchas ventajas para aquellas personas que alquilan su terreno y para quienes deciden tener uno propio. Y tú, ¿estás pensando en incorporar uno en tu vivienda?